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martes, 9 de noviembre de 2004

Presupuestos: Más de lo mismo

Estos días pasados se ha producido el debate de los Presupuestos Generales en el Congreso de los Diputados. Este debate es el más importante de cada año, porque en los presupuestos se manifiesta, por parte del Gobierno, su visión de la situación actual y futura de la economía española, sus preferencias políticas para el corto plazo y sus propuestas para resolver los problemas planteados. El debate de presupuestos, especialmente el protagonizado por Solbes y Rajoy, ha sido muy suave, focalizado en un par de puntos políticos y sin entrar en los fundamentos económicos, quizás porque ellos mismos perciben la continuidad en la política económica. Y por esta suavidad, y porque la actualidad informativa ha estado en la campaña electoral americana, en la firma de la Constitución Europea y en las maragalladas habituales, un debate tan importante ha pasado desapercibido a la opinión pública. 

Hay cuatro similitudes claras entre este presupuesto y los anteriores que me llevan a la conclusión de que hay pocos cambios en la política económica de los últimos años, de que, como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual. 

En primer lugar, sigue habiendo el mismo voluntarismo para mirar el entorno económico y para hacer previsiones económicas que con el equipo del Partido Popular. Y es que Solbes, como su antecesor, Rodrigo Rato, ha elaborado un cuadro macroeconómico de partida que, aunque coherente, no es del todo creíble. Y no es creíble porque el petróleo no estará por debajo de los 40 dólares en los próximos seis o nueve meses, lo que influye negativamente en nuestras importaciones; porque la guerra de Irak determina un profundo déficit público norteamericano y una mayor fortaleza del euro, lo que nos beneficia con las importaciones, pero perjudica nuestras exportaciones y las de las economías de las que dependemos (Francia y Alemania, especialmente); porque estos ajustes en nuestro sector exterior, ponen en peligro el objetivo de crecimiento del 3%. Máxime si no se manifiesta ninguna voluntad real de lucha contra la inflación, lo que afecta directamente a nuestra competitividad exterior. Rato hacía voluntarismo con la inflación, siempre para él en ese 2% que nunca se alcanzaba, mientras que Solbes hace voluntarismo en el crecimiento, siempre en el entorno del 3%, cuando sabemos que lo alcanzaremos con dificultad. 

En segundo lugar, el modelo de crecimiento de la economía española que subyace en los presupuestos es el de siempre: fuerte crecimiento interno, una inversión volcada en la construcción, déficit de la balanza de pagos. Es cierto que se prevé una moderación en el ritmo de la construcción, contradictorio, por cierto, con las propuestas del Ministerio de la Vivienda, y una mejora en la inversión en bienes de equipo. Pero, a pesar de la retórica de la productividad y la investigación, tan cacareada en la campaña electoral, el hecho es que la productividad crecerá muy poco y no se ponen los cimientos para que crezca. 

En tercer lugar, para el año que viene seguimos con la misma orientación de la política fiscal. A pesar de los matices que se están introduciendo en el debate, el equilibrio presupuestario se ha convertido, también para los socialistas, en un dogma. Pero el hecho es que incluso se ha copiado la retórica tramposa del PP de negar la evidencia de que la presión fiscal total sube unas décimas, pero sube. O de subrayar la evidencia, que lo es desde los ochenta, de que el gasto social es la parte más importante del presupuesto. 

Y, por último, sobre los presupuestos sigue habiendo una sombra de que hay decisiones políticas con implicaciones económicas que no se recogen. Con el PP, era la Ley de Acompañamiento la que proyectaba sombras y dudas por recoger en una ley económica modificaciones de otras leyes. Con el PSOE, los pactos ocultos con los independentistas catalanes son los oscuros. En definitiva, el mismo voluntarismo, la misma retórica, las mismas carencias y los mismos aciertos. La política económica española es, pues, continuista. O sea, más de lo mismo. 

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