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lunes, 18 de octubre de 2010

Guerra de divisas

En una crisis mundial como la que estamos sufriendo, uno de los pocos frentes en los que parecía que todo iba bien era el de los mercados de divisas. Y digo que todo parecía ir bien porque sus fluctuaciones normales no se habían visto alteradas por la histeria financiera, ni por las diferencias de la crisis en cada economía, ni por las diferencias en la política económica de cada gobierno. Esta ausencia de problemas graves en los mercados de divisas ha ayudado a no agravar la crisis porque graves fluctuaciones en estos mercados, además de distorsionar los precios mundiales, nos hubieran hecho perder a todos, a largo plazo, las ventajas de la globalización (crecimiento, aumento de la eficiencia, baja inflación). 

Cuatro han sido las causas de este comportamiento: en primer lugar, la existencia de pocas monedas actuantes en el mercado, pues entre el dólar USA, el euro (alemán, desde luego), el yuan chino, el yen japonés, la libra esterlina británica y el franco suizo se reparten más del 95% del total de las transacciones financieras mundiales; en segundo lugar, el acuerdo de caballeros en el seno del G-20 de evitar dañar el comercio mundial; en tercer lugar, la coordinación de políticas monetarias entre los grandes países, especialmente entre Estados Unidos y Europa; y, finalmente, el miedo de los inversores mundiales al mercado más complejo y dinámico. El resultado ha sido que, a pesar de algunos episodios menores, las apreciaciones de las distintas monedas se estaban produciendo de una forma previsible, ordenada y sin grandes fluctuaciones, reaccionando, primero, al momento y profundidad relativa en el que cada país notaba la crisis y, después, según las diferentes expectativas de salida de la crisis. Por eso, el dólar se devaluó y luego se ha apreciado frente al euro en dos ciclos, mientras que ambas monedas se depreciaban respecto al yuan chino. 

Este buen comportamiento, esta previsibilidad en los mercados de divisas era, sin embargo, superficial, pues no estaba resolviendo un grave problema de fondo de la economía mundial: el de los desequilibrios comerciales de los Estados Unidos (negativo) y de China (positivo). Más aún, se estaba manteniendo la paradoja financiera y cambiaria de la economía mundial: un país pobre (China) es financiador neto de un país rico (Estados Unidos), y, además, un país con mayores tasas de crecimiento potencial y superávit en la Balanza de Pagos no aprecia su moneda frente el exterior. Estas contradicciones de fondo son las que empiezan a aflorar estos días, y son la causa de tensiones en los mercados de divisas que pueden desembocar en una guerra de divisas. Los norteamericanos quieren que los chinos dejen fluctuar su moneda para que el yuan se aprecie rápidamente. Esto ayudaría a un crecimiento más equilibrado de los Estados Unidos, a una menor emisión de dólares y a una mejoría en su financiación por menor dependencia exterior. Los chinos, por su parte, quieren una apreciación controlada de su moneda para mantener su superávit comercial y no ver devaluados sus activos de 2,6 billones en dólares. Además, quieren evitar la penetración occidental de productos con más tecnología para evitar la dependencia exterior. Los europeos, fieles a la doctrina Bundesbank de no intervenir en los mercados de divisas porque se generan ineficiencias, ven, sin embargo, con preocupación esta situación, porque daña la confianza, distorsiona los precios mundiales y afecta a la balanza de pagos alemana, motor de la economía europea. Hay, pues, intereses contrapuestos que, además, se agravan por la coyuntura política norteamericana (baja popularidad de Obama con elecciones legislativas próximas) y los miedos del gobierno chino a la crisis mundial por la posibilidad de inestabilidad política. 

No sé si habrá una guerra de divisas seria, lo que sí sé es que, además de volver a crecer, tendremos es que ir resolviendo los desequilibrios mundiales (incluidos los de renta), pues ellos son los detonantes de todas las guerras. Y algunas más cruentas que las de dinero. 

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