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lunes, 17 de noviembre de 2014

Fracturas

Andamos los españoles tan enfadados estos días, que me temo que no nos estamos dando cuenta de las dinámicas sociales que laten en nuestra situación y que, de no atajarlas, nos pueden llevar a una espiral peligrosa que haga saltar por los aires, no sólo nuestro sistema político y nuestra economía, sino nuestra convivencia. 

La primera dinámica peligrosa es la de la desigualdad social. En España, tras seis años de crisis, la distancia entre las capas sociales se está haciendo más amplia, revirtiéndose así una tendencia que empezó con la democracia. La capa social más rica no ha sufrido la crisis, mientras que las capas sociales más pobres la han sufrido de lleno. El paro se ha cebado especialmente entre las personas sin cualificación o con cualificación baja, mientras que en los niveles intermedios de cualificación, si bien el paro es menor, la deflación salarial ha sido muy importante. Paro y deflación salarial, junto con recortes en gasto social y sanitario, son las principales causas de un aumento significativo de la desigualdad social en España. Hoy hay más pobres reales que hace seis años, como hay menos clase media que antes de la crisis. La sociedad española se está fracturando socialmente y la clase media se está resquebrajando. Esto supone, no sólo una menor posibilidad de ascenso social, dinámicas de mantenimiento de la pobreza y aumento de la marginalidad y el conflicto, sino un menor crecimiento económico, y, desde luego, una pérdida de participación y aumento de la radicalización política que ya estamos notando. 

A esta primera dinámica hay que sumar la de las divisiones territoriales que, alimentadas por un nacionalismo irracional y cimentadas en una arquitectura institucional defectuosa, separarán nuestra sociedad en miniestados irrelevantes. Más aún, perdido el horizonte de la creación de los Estados Unidos de Europa, cada una de las partes en que vamos a dividir España competirá con las otras, ahondando las fracturas entre nosotros. En el siglo de la globalización, los españoles, que pensamos que habíamos resuelto el problema de la unidad de nuestra diversidad con el Estado de las Autonomías, conjurado el rancio nacionalismo español con un patriotismo constitucional moderno y proyectado nuestro futuro siendo parte de la construcción europea, estamos al borde de descomponer un estado que, bien que mal, ha funcionado durante los últimos tres siglos. 

La tercera dinámica peligrosa para nuestra convivencia es la fractura cada vez mayor entre los políticos y la sociedad. La corrupción ha generado ya una fractura entre nuestra clase política y la ciudadanía que hace que los políticos que están hoy en los cargos hayan casi perdido la legitimidad para gobernarnos, la credibilidad para plantear propuestas y la capacidad para gestionar. No es ya que no nos fiemos de ellos, es que pronto no reconoceremos su autoridad porque estamos perdiendo el respeto hacia ellos y lo que representan. La ciudadanía está empezando a no esperar nada de los políticos y a vivir de espaldas a ellos. Y lo peor es que está empezando a vivir al margen de las instituciones. 

La economía española es ya hoy diferente de la que teníamos antes de la crisis. La sociedad española está cambiando por el impacto de la misma crisis en la clase media, la evolución demográfica, los nuevos flujos migratorios y la cultura tecnológica. La política española está empezando a resquebrajarse por el separatismo y la corrupción. Dentro de un par de años la sociedad española será diferente. Lo que me preocupa es que, al tiempo que distinta, esté más alejada que hoy de la sociedad que quisimos construir cuando escribimos en el artículo primero de nuestra Constitución que "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político". O sea, que no sea España, que no sea un Estado social ni democrático de Derecho y que seamos menos libres, menos iguales y menos plurales. 

17 de noviembre de 2014 

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